Cuántas veces habremos escuchado a nuestros amigos, familiares o compañeros de trabajo la típica frase de “no voy al gimnasio porque está muy lejos, llueve, no tengo dinero o no tengo tiempo”, seguramente hasta nos haya pasado a nosotros mismos.
Si eres de los que no va al gimnasio pero quiere cuidarse y además tienes la suerte de tener un espacio extra en tu casa amplio puedes tener un gimnasio sin excusas. Los cerramientos de terrazas sirven para mucho más que para tender la ropa en invierno y que no se moje.
Ya sabemos que acristalar nuestra terraza implica ganar un espacio que podemos aprovechar los 365 días al año, da igual el tiempo que haga fuera. Desde usar la terraza como rincón de lectura, sitio de juego de los niños o simple invernadero a darle utilidades que jamás pensarías.
Como los cerramientos en Madrid sin perfiles nuestros metros cuadrados desaprovechados en invierno se convierten en un lugar cálido, agradable y tranquilo durante todo el año. Si además eres de los que se ha unido a la tendencia de cuidarse y mantener un estilo de vida sano tu terraza puede convertirse en un gran aliado.
Si dispones de un poco más que de un par de metros cuadrados en tu terraza para colocar las típicas sillas y mesas podrás acondicionar esta para que se convierta en un gimnasio particular, o si tienes la suerte de tener dos puedes usar una para las cenas o reuniones y la otra como gimnasio.
¿Qué necesitas para montar tu gimnasio?
Lo primero será comprobar que la terraza es lo suficientemente amplia para que te permita moverte con libertad. Tendrás que tener en cuenta que habrá ejercicios que tengas que hacer tumbado, tendrás máquinas o materiales que guardar…
Tiene que ser un espacio seguro, acondicionado solamente para que practiques deporte. No debe tener muebles que nos estorben o con los que nos podamos chocar.
Además de una buena ventilación, ya que mientras practicamos deporte seguramente sudemos o en verano haga calor, por lo que es recomendable instalar al menos en una parte de la terraza cortinas de cristal correderas. Así cuando haga buen tiempo podremos abrirla y ventilar.
Ya tengo la terraza preparada, ahora solamente queda acondicionar el espacio.
Una vez hayamos comprobado que disponemos de espacio suficiente para practicar ejercicio sin chocarnos con muebles o paredes y tenemos la ventilación adecuada quedará preparar la terraza para hacer deporte.
Proteger el suelo es uno de los primeros pasos pasos después de acristalar la terraza. En especial si nuestro pavimento es de madera para evitar que el suelo se ralle porque caiga un objeto pesado o con cada repetición se desgaste.
En estos casos lo más recomendable es poner suelos de goma parecidos a los que se les suelen poner a los bebés cuando estos empiezan a gatear. Encontraremos este tipo de suelos en tiendas por piezas que se van ensamblando.
Este tipo de suelos es muy cómodo para hacer ejercicio y evitará que tengas que comprar una colchoneta y guardarla después. Añade además un espejo de cuerpo entero si tienes una pared, irás controlando cómo haces los ejercicios y le darás amplitud al espacio.
Ten en cuenta que necesitarás un equipo de música para motivarte mientras haces ejercicio, un mueble en el que guardar la ropa y las pesas que necesites, gomas, pelotas, steps…
Si te sobra espacio añade una máquina de hacer ejercicio cardiovascular, en nuestra opinión la ideal para los hogares es una bicicleta estática ya que es muy versátil y más barata que una cinta de correr o invertir en un banco regulable o una pelota de fitness.
Con estos sencillos pasos y con un cerramiento de terraza profesional ya no tienes excusa para no estar en forma.